domingo, 7 de septiembre de 2014

Comentario Einstein

Einstein, Se sentía muy cercano e influenciado por uno de los filósofos más respetados en el mundo, Baruch Spinoza (1632 –1677), quien fue panteísta. 

Influenciado por las ideas panteístas de Espinosa, Einstein utilizaba las palabras "religión" y “Dios" dándoles significados distintos a los usuales. Para Einstein, un “hombre religioso” era todo aquel que, creyente o no en un Dios, se interesaba en el bien de los demás más allá de sus intereses personales. 

Einstein consideraba como muy valiosas las propuestas del judaísmo sobre la relación del hombre con el hombre en el plano terrenal. Valoraba la visión humanística del judaísmo, que estimaba enriquecía la convivencia entre las personas y aportaba a la construcción de un mundo mejor. Valorizaba este tipo de contenidos, en especial en los profetas y en Jesucristo. 

Einstein criticaba el que se induzca a las personas a creer en Dios y a guardarle obediencia en base al temor a los castigos de Dios, o sea que consideraba que debía mejorarse la calidad del diálogo y la reflexión sobre el concepto de Dios. 

Einstein decía que la religión judía era un producto del pueblo judío pero no era él pueblo judío. Ponía como ejemplo de su idea al caracol: así como el caracol no es su caparazón, puede salir de él sin por eso dejar de ser caracol, el judío puede hacer lo mismo con la propuesta religiosa del judaísmo. 

Ante la pregunta ¿Que es un judío?, decía que siempre es difícil contestar cual es el carácter esencial de un grupo. 

- Kary R. Cavagnola



jueves, 4 de septiembre de 2014

Septiembre 04

Consecuencia inminente de la música actual. Se veía venir más sucesos de tal magnitud dada las pobres e intrascendentes colecciones de canciones, géneros y artistas que tenemos en este momento. 

Siendo una enorme perdida y tristeza a la vez la pérdida humana de un grande de la música como Gustavo Cerati entiendo que constituye una realidad problemática mundial.

A manera de reflexión, la falta de músicos que sean capaces de dejar una sólida época marcada con ritmos musicales dignos de ser consideradas piezas de arte constituye la susodicha problemática que vivimos actualmente.

Principalmente considero el apego que tiene la llamada industria musical y las grandes corporaciones a dicho problema. 

Sin llegar a ser mezquino, sin ser egoísta con el negocio y la economía no considero apremiante la relación directa entra la música y la economía. Simplemente no se debería permitir. Estropea la cultura, dejando a viva voz la estupidez y marcada diferencia de lo que es la educación. 

La música como modo de crecer espiritual y personalmente es una expresión cultural que debería mostrar un punto de vista de algún aspecto y transmitir cierto mensaje fundado en aspectos que propongan al receptor instaurarse en el pensamiento.

Lamentablemente debo aceptar que esta generación está sucumbida en un agujero negro directo a la perdición que difícilmente se irá apartando de lo que es sino dejamos de consumir esos productos.

Queda recordar la buena música, allá bien lejos, en antaño, aquella que valía la pena invertir en discos, revistas, álbumes y demás.